REDACCIÓN PALMA, 18.12.2016. La incorporación en 2010 del canto de Sibila dentro de la lista representativa del patrimonio inmaterial de la UNESCO se tradujo en una gran efervescencia de actividades al suyo cercando. Ahora, seis años después, el canto ha recuperado cierta normalidad y se consolida como tradición estable, muy arraigada en cada comunidad y como elemento cultural de actualidad. Así lo concluye el informe de seguimiento por la UNESCO que ha presentado hoy Francesc Vicens Vidal, centrado en el periodo 2014-2015. Una consolidación a favor de la cual sigue haciendo trabajo el Departamento de Cultura, Patrimonio y Deportes del Consejo con tareas de documentación y de difusión de este canto único medieval, tal y cómo ha anunciado el vicepresidente primero Francesc Miralles.
El informe de seguimiento incluye un análisis de todas aquellas actividades culturales que se han realizado alrededor del canto de Sibila, dentro y fuera de Mallorca, desde enero de 2014 a diciembre de 2015 y también analiza los aspectos sociales de este canto: cómo se vive, qué significación tiene para la comunidad y qué aspectos sociales y emotivos intervienen en su celebración. Unos datos que se han recogido a partir de un cuestionario distribuido en un 75% de las 150 iglesias donde se canta Sibila actualmente y que venden a ampliar la documentación existente alrededor de este canto para poder evaluar el trabajo hecho y analizar su evolución desde que en 2010 se convirtiera en Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.
El autor, Francesc Vicens Vidal, ha destacado algunas de las conclusiones cómo son los cambios en los modelos de aprendizaje del canto: “por primera vez hay sibil·les que aprenden el canto por vídeos colgados en Internet y no de la manera tradicional, de viva voz. También veim muchas sibil·les que ya no se cantan desde la trona sino desde el altar porque hay un deterioro del patrimonio amueblo por antigor o desuso”. Otros aspectos destacables, según Vicens, tienen que ver con la fidelización de algunas sibil·les a lo largo de los años –hay que hace 35 años que cantan en las mismas parroquias-, y la gran cura que tienen los colaboradores de los diferentes elementos rituales que forman parte del canto –el vestido, la espada, el birrete, la música,…-. En cuanto al mapa sonoro, la versión de Antoni Noguera continúa siendo el más tendido, seguida de la de Bartomeu Torres –presente dentro del radio geográfico de influencia de Lluc- y las versiones propias de Campos, Felanitx y Petra, a las cuales se tendría que añadir la versión que se canta desde hace unos años en Alcúdia, que reproduce el modelo de Felanitx.
A nivel social, el informe destaca la consolidación de la conciencia colectiva en torno a Sibila que, en palabras de Francesc Vicens, “continúa siendo una tradición muy estable y que tiene ramificaciones que generan cultura a nivel de imaginario colectivo y de identidad”.
La buena salud de que disfruta este canto único, reconocido como uno de los bienes más relevantes de nuestro patrimonio histórico, llevar al Consejo, según el vicepresidente primero y consejero de Cultura, Patrimonio y Deportes, Francesc Miralles, en primer lugar a “agradecer el trabajo que hacen todas aquellas personas que mantienen viva Sibila y a continuar haciendo trabajo en aspectos como su documentación y difusión dentro del Plan de Salvaguarda del Patrimonio Inmaterial que se ha empezado a diseñar desde Patrimonio Histórico”.
Miralles ha destacado el trabajo de documentación gráfica –tanto en fotografía como vídeo- que realizarán estos días los fotógrafos Jaume Vado y Vicenç Matas del ritual que siguen algunas de las sibil·les que se cantan en Mallorca y también la preparación, de cara a 2017, de material a nivel pedagógico y educativo para ofrecer en las escuelas en torno al canto de Sibila.