Menorquines en Gibraltar

PERE GOMILA, QUADERNS DEL TURÓ, 27.11.2018. A pesar de que esta sección es dedicada a autores y temas literarios, 
hoy querría hablar de un libro de investigación histórica que recibí hace poco y que se ocupa a fondo de una cuestión 
que me da la impresión que, en general, es poco conocida por los menorquines.

Se trata del libro Los ‘minorkeens’ de Gibraltar de Martí Crespo i Sala, editado por Publicaciones de la Abadía de Montserrat con coedición del Instituto Menorquín de Estudios, una relación fecunda que no podremos agradecer bastante nunca, atendido los numerosos estudios sobre Menorca que gracias a esta colaboración se han puesto al alcance de especialistas y de público en general, tanto en obras individuales como en la gran cantidad de artículos publicados a la revista Randa.

El autor del libro es Martí Crespo y Sala, filólogo de formación, que ha ejercido sobre todo como periodista a varios medios como el Ahora, el Hoy, El tiempo y especialmente Vilaweb. En el ámbito de la investigación histórica ha colaborado en diarios y revistas especializadas con reportajes sobre episodios de los Países Catalanes y su gente, con un interés especial en las emigraciones multitudinarias de los menorquines a lo largo de la historia, como la producida a la Florida en el siglo XVIII o la argelina en el siglo XIX. El año 2000 empezó a interesarse por la comunidad menorquina establecida en Gibraltar durante los siglos XVIII y XIX e inició el estudio que ha realizado a partir de la investigación y el vaciado profundizado de archivos locales y bibliografía existente. El proyecto obtuvo, el 2009, una beca de la IME y quedó terminado el 2010, pero no ha sido hasta ahora que se ha podido publicar.

 

 

Los ‘minorkeens’ de Gibraltar se inicia con los antecedentes del año 1704 cuando, en plena guerra de Sucesión al trono de España, una flota aliada formada por un millar de ingleses, ochocientos neerlandeses y un 300 austracistas catalanes, atacó por sorpresa y ocupó el núcleo felipista de Gibraltar. Este hecho supuso una fuga masiva de la población del peñasco que sería suplida durante el siglo XVIII por gente llegada de la misma Inglaterra y de varios lugares de la Mediterránea: genoveses, judíos sefarditas de la otra banda del estrecho, andaluces, portugueses, malteses y menorquines. La llegada de estos últimos fue propiciada a raíz del tratado de Utrecht que establecía la soberana inglesa sobre Menorca y Gibraltar, un hecho que facilitaría mucho las relaciones comerciales entre Menorca y el peñasco, así como el desplazamiento de población que vio la posibilidad de ganarse la vida. Hacia la década de 1720 ya encontramos presencia de menorquines en Gibraltar, sobre todo menestrales, pero también marineros, corsarios y curas.

La población desplazada en Gibraltar procedía sobre todo del puerto de Mahón, y en especial del Arrabal de San Felipe, las zonas con más influencia británica de Menorca. De entre esta población, el caso de los curas es lo más visible, puesto que desde el 1730 los gobernadores militares del peñasco, que no veían con buenos ojos la dependencia de la iglesia gibraltareña del obispado de Cádiz, dispusieron que los curas de la plaza tenían que ser súbditos británicos y esto favoreció que, entre esta fecha y el 1790, la mayoría de vicarios que hubo al frente de la parroquia fueran menorquines, un capítulo que resulta especialmente interesante.

El libro se ocupa del todo periodo de emigración menorquina en Gibraltar, que se produce durante todo el siglo XVIII y se para hacia finales del siglo XIX, con las vicisitudes históricas vividas por una población civil diversa y cambiando que acabaría para dar forma a una identidad propia en la cual la impronta menorquina se puede reseguir hoy gracias a la presencia de linajes menorquines que se han conservado. La obra, de un gran interés en todo su contenido, aporta al final una documentación inedita en forma de apéndices que completa la información, así como una relación de los linajes de los menorquines establecidos en el peñasco.

L’illa inaudita (Diari Menorca, 27-11-18)